viernes, 26 de octubre de 2007

LA DANZA DE LA MENTIRA

*Por Horacio Minotti

Esto definitivamente se esta desvirtuando. Nunca en mi vida me imaginé escribir una nota sobre el programa de Marcelo Tinelli. Pero siempre hemos jugado a darle a estas líneas un tinte socio-político, y ciertas cosas que ocurren en el programa mas visto por los argentinos, indudablemente tienen que ver con la parte "socio" del término caprichosamente compuesto que antecede.
La instalación de la cultura de la corruptela descarada en todos los ámbitos del devenir humano dentro de la sociedad, ha terminado incluso, con la clasica pacateria televisiva, que solía transmitir realidades rosas, no relacionadas con aquellas con las que convivimos a diario. Esto así, de forma tal que nunca llegabamos a saber si los que viviamos una realidad paralela eramos nosotros, y resto del mundo gozaba de un mundo feliz.
Como dice Noam Chomsky, la televisión separa a la gente, la transforma en individuo y la aleja del grupo, a la vez que transmite un idéntico mensaje a millones de cerebros, de manera que, todos pensemos lo que desean que pensemos, pero a la vez sin la posibilidad de discutirlo en grupo y llegar a ideas alternativas. O conclusiones diferentes.
Asi que a "Bailando por un Sueño" debemos agradecerle la sinceridad. Ahora nos queda claro que vivimos una sociedad corrupta en todos los planos y nadie esta excepto de ser vulnerado por tal corrupción. No voy a entrar a discurrir, aliviese el ocasional lector, sobre si una u otra participante tiene mas o menos virtudes para la danza que la otra. Tampoco vamos a analizar sus carismas, ni tenemos pensado especular sobre que pasaria si Tinelli se candidatea a presidente.
Lo que me parece un fantástico "blanqueo" de la realidad argentina es que una de las participantes sea la señora esposa del conductor, productor y dueño de todo, es decir la mujer de Tinelli, y que la misma jamás haya sido puesta a consideración popular y haya llegado apañada por el jurado asalariado por el mismo Tinelli, a la final del concurso.
También es una fotografía de esta Argentina, que la Sra. Graciela Alfano, integrante del jurado, haya dictaminado sobre las cualidades de bailarín de su propio marido, un tal Matias Ale, e indefectiblemente haya puntuado con un 10 todos sus desempeños hasta que fue expulsado por el público. Si una persona baila siempre para diez debería probar suerte en el Bolshoi o cuando menos, en la calle Florida, los turistas dejan muy buenas propinas.
Siguiendo con esta fellinesca pintura social, la presencia del Sr. Gerardo Sofovich como presidente del jurado, cuyas apariciones en cámara estuvieron siempre acompañadas por la banda del sonido de la pelicula sobre la mafia "El Padrino" es otro acto de notable sinceramiento. Como lo es que la Sra. Moria Casan, durante el transcurso de los programas haya pasado a ser empleada de Sofovich y a partir de allí, votaran siempre en bloque, y que la misma ex vedette, conformara una gran amistad con el travesti que se hace llamar Florencia de la V (¿de que V?), saliendo juntas todos los fines de semana cuando menos, siendo que el Sr. de la V es participante del concurso, y tambien empleado estrella del Sr. Sofovich.
No hace falta ser un especialista en danza para suponer que el Sr. De la V, que cuenta con un porte físico importante, no goza de las calidades de desplazamiento de otras bailarinas, damas ellas, 20 anos mas jóvenes y adecuadamente entrenadas. Sin embargo y curiosamente, por obra y gracia de los mencionados Sofovich y Casan, abiertamente se impidió que las cualidades de De la V fueran adecuadamente evaluadas por el público, impidiendo, durante todo el concurso, que los llamados telefónicos definieran su continuidad.
En medio de esto hay unos sujetos ignotos que ofician de partener de cada bailarina, y que auspician lo que han llamado sueños, casi siempre vinculados a realizar una actividad de bien público en el caso de que consiga con su pareja ganar el concurso. En la última actuacion del jurado se vio otro retrato social llamativo y perfecto. Una niña ciega, que tiene la posibilidad de recuperar la vista de uno de sus ojos con una costosa operación, y que dependía de que el bailarin que la auspiciaba ganara el concurso de baile junto con la modelo Liz Solari. Resultado: la niña ciega lloraba porque su operación estaba en riesgo, porque los bailarines que la representaban habían quedado a consideración de los llamados telefónicoscomo consecuencia de un jurado que intentaba mantener en el concurso al pesado y poco gracioso Sr. De la V, y preservar asi el negocio del Sr. Sofovich.
¿Quienes quedaron en la final? La Sra. esposa del Sr. Tinelli, el travesti estrella del Sr. Sofovich, una señora que es pariente por alguna vía del Ministro de Planificación Federal Julio De Vido, y la mentada modelo Solari, hija y hermana de futbolistas, representando un poco la voluntad de la gente, porque sobre cuatro, uno debia ser inocente.
En definitiva, una mas que interesante radiografia sociológica de la Argentina: un jurado con intereses comerciales entre sus integrantes, y a su vez con intereses monetarios con los que deben ser juzgados, y un grupo, el mas grande, de los sometidos a esa justicia, sin amparo, sin tutela, sin posibilidades, aun cuando los asista la razón, de obtener una sentencia que tenga alguna relacion con la justicia, y todo ello por la tele, a la vista de tres millones de personas, descaradamente y sin que a nadie la importe una pomo.
Hay que agradecerle esto a Tinelli y a su programa, ahora todos sabemos que no somos difentes, a todos y en todos lados nos pasa lo mismo.

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