martes, 30 de octubre de 2007

LA POLITICA CODESAL

*Por Horacio Minotti

El argentino tiene una tendencia (y obviamente no me excluyo) un poco ridícula y un poco deprimente, y es la tendencia a buscar “el penal de Codesal”. El árbitro mexicano que dirigió la final del mundial ’90 entre Argentina y Alemania pasó a la historia por un supuesto penal mal cobrado que definió ese mundial a favor de los teutones. Poco importó que nos comieramos un baile infernal con Brasil en octavos de final, y que clasificasemos por penales lastimosamente y sin merecerlo en cuatros y semis, además de haber aguantado la final hasta el bendito penal, ni que jugaran “el galgo” Dezzotti, Néstor Lorenzo o Maradona en silla de ruedas. Perdimos el mundial por el penal de Codesal y somos “campeones morales”.
En política es lo mismo. Elisa Carrió no entendió que su base electoral no existe, que depende del voto porteño que consagró a Mauricio Macri hace tres meses, hoy la votó a ella, y dentro de un año puede erigir funcionario al Pato Donald o a Osama Bin Laden con la misma facilidad y volatilidad; que no logra superar la frontera de los centros urbanos o en los lugares mas humildes; y que en definitiva y en caso de poder mantener su caudal, apenas vino a reemplazar el clásico 22% de clase media que acompañó cincuenta años al radicalismo de Ricardo Balbín.
Para Carrió, ella perdió por el fraude. Mirá vos, fabuloso fraude este que hizo que perdiera por tan solo 23 puntos frente a la candidata oficialista. Evidentemente la culpa la tiene el fraude y no su incapacidad para construír poder, su imposibilidad de convencer a la gente de escasos recursos de poder representarlos, su transformación de progresista en conservadora, el cambio de la denuncia por los pocos convincentes planes de gobierno; ni tampoco sus limitados recursos para convencer al votante peronista de que no es gorila.
La culpa es del fraude. Lopez Muprhy también denunció el fraude, lo cual seguramente le provocó la diferencia de 45 puntos que le saco Cristina Fernandez. ¿No será hora de parar de llorar, y empezar a construír?. El contrato social, explicado por Rousseau, establece que la democracia es el gobierno de la mayoría, pero terminada la selección del candidato, los no ganadores se pliegan al triunfador para mantener una homogénea unanimidad indispensable. Bajo esta premisa, los opositores deberían acompañar al gobierno, sin dejar de señalar lo mal hecho o aquello que falta hacer, pero con una búsqueda de construcción que le permita crecer a la sociedad hasta la próxima elección.
Pero no, Carrió grita fraude. Y por las dudas para rematarla, avisa que este gobierno arranca con un vicio de legitimidad porque tuvo “un setenta por ciento de rechazo en las clases medias y bajas”, y se escucho repetir por ahí a un par de zánganos de los que nunca faltan que “en definitiva hubo un 55% que voto en contra”. ¿No se podrá para un poquito de conspirar? Digo para poder crecer como sociedad. Si se toma en cuanta el último razonamiento, el único gobierno válido del ’83 a esta parte es el de Raúl Alfonsín, dado que fue el único que supero el 50% de los votos. Pero esto no es así, no podemos basarnos en la payasada en forma sistemática porque así no se crece. Y la lectura de Carrió es la clásica y errónea lectura gorila. El kirchnerismo no tiene rechazo en la clase alta. Es el típico movimiento de origen peronista con penetración en las clases mas bajas e influencia en la mas altas, sin ascendencia sobre la clase media.
Néstor Kirchner entendió esto, y por eso sumo a los radicales. Porque quiere, como dijo, construír un movimiento superador del peronismo, y para ello debe incorporar a la clase social que le falta y que le pueden aportar los radicales, la clase media. No es un análisis difícil, y puede permitir corregir errores, pero es más fácil denunciar fraude, una pena.

lunes, 29 de octubre de 2007

MASACRE DE BOLETAS

*Por Horacio Minotti

La cultura del corte de boletas, estaba, hasta no hace mucho, muy poco arraigada en el ideario político argentino. En términos generales, los votantes, ingresaban la lista completa, y salvo algunos distritos de la primera sección electoral de la Provincia de Buenos Aires, y la zona norte de la ciudad, el fraccionamiento de los paños de las boletas era un fenómeno extraño. De hecho en la mencionada zona del conurbano bonaerense el corte solía referirse a la mera localía, es decir el votante de San Isidro, por ejemplo; decidía su voto nacional y provincial con toda la boleta, y fraccionaba a la altura del intendente local, no mas que eso. Los números son elocuentes, el corte en todo el país, nunca supero el 4%.
Cuando ingresé al cuarto oscuro, yo votante porteño, el domingo último, creí que un delincuente serial estaba suelto y se había introducido subrepticiamente en esa escuela. Algo así como un “Jack el Destripador de Boletas” había destrozado buena parte de las papeletas para el sufragio y había dejado distribuídos los trozos por todo el cuarto oscuro.
Luego comprobé que mi experiencia no fue única. Los resultados del recuento dieron algunos resultados formidables, que dejaron claro que la masacre de boletas fue un operativo de una legión de Jacks que asolo el país entero.
Del no corte al corte total, debe existir un término medio que por supuesto el ser argentino no conoce. Veamos: en la provincia de Salta, los votantes sufragaron a favor de la formula para gobernador del Frente para la Victoria-Partido Renovador, de Juan Manuel Urtubey y Andres Zottos, terminando con la primacía caciqueril de la familia Romero. No obstante para legisladores nacionales sufragó a favor de los candidatos del Partido Justicialista, del propio Romero.
En Capital Federal, la cosa no fue muy distinta. Para candidato a presidente, el partido PRO de Mauricio Macri, obtuvo menos del 2% de los votos, pero cuando se trato del candidato a senador Carlos Melconian alcanzó un 10% que de todas formas no le alcanzó para entrar, mientras que la lista de candidatos a diputados nacionales, encabezada por Federico Pinedo, obtuvo un 14% y se colocó en segundo lugar. ¿Hubo un voto masivo a favor de la renombrada y prominente figura de Pinedo?. Me atrevo a asegurar que no. Es obra de este monstruo seccionador de boletas que atacó al país.
Para irnos un poco al otro extremo, Tierra del Fuego no fue excepción. Allí, para presidente se impuso la candidatura de Cristina Fernandez con un holgado 54% a favor. Sin embargo, en el voto para legisladores la gente corto boleta y sufragó por el ARI, y por el PAUFE de Luis Patti en segundo lugar, tanto para senadores como para diputados. Los números son elocuentes: hubo gente que voto a Cristina para presidente y a un pattista para senador. Algo así como la cultura del votante orate.
Para terminar con los ejemplos conviene situarse en el distrito de Vicente Lopez en la Provincia de Buenos Aires. Allí existían dos listas que llevaban a Cristina Fernandez para presidente y a Daniel Scioli para gobernador. La del intendente reelecto Enrique “Japones” García y la del sindicalista Víctor Pirillo. El primero se impuso con un 36% de los votos, y el segundo ocupó ese lugar con el 12%. Entre ambos, un obvio 48%. Sin embargo la candidata presidencial salió tercera, detrás de Elisa Carrió que se alzó con un 41% en el distrito y de Roberto Lavagna que tuvo 17%. La locura no termina ahí. El candidato oficial a gobernador logro imponerse, pero solo con un 25% de los votos, saliendo segunda Margarita Stolbizer con 24% y tercero Francisco de Narváez con 23%. Desconcertante.
La Argentina abandonó la etapa del no corte de boleta, para pasar a la masacre de boletas, guíada por un incomprensible voto orate, probablemente impulsado desde la Capital Federal, donde hace tres meses Mauricio Macri se impuso con un 60% en la segunda vuelta para Jefe de Gobierno y el domingo se sufragó masivamente por su antítesis, Elisa Carrió.

AHHHH DE PASO
Y hablando de orates. Varios candidatos salieron a denunciar fraude en estas elecciones, siguiendo el manual del perdedor argentino, que solo pierde con trampa y es ganador moral. Los casos mas justificados entre los que efectuaron tales denuncias, son los del Alberto Rodríguez Saá y Juan Carlos Blumberg. El primero de ellos porque casi desconoce el término. En su tierra los medios de comunicación son independientes, y nunca se les volcó una urna, no hubo dos intendentes en forma paralela en la Capital y terminaron en la Corte Suprema de Justicia de la Nación dilucidando el entuerto, ni han borrado del mapa político a los eventuales opositores, como lo fue en un tiempo el radical Walter Ceballos, al que algunos cientos de vándalos que quien sabe a quien respondían, golpeaban cada vez que osaba circular por las calles.
También Blumberg hace bien en sentirse asustado. Es mas la operación en su contra incluyó que algún imitador suyo declaró en el padrón su inexistente título de ingeniero, porque con el mismo figuraba en el documento público que constituye el padrón electoral. Como es sabido, nadie mas que uno denuncia sus datos en padrón, así que si Blumberg no es ingeniero, y es solo un título que le dio la gente contra su voluntad, algún imitador se hizo pasar por el y lo denuncio ante la Justicia electoral, en otra terrible operación contra el no ingeniero que de paso sacó 0,9% de los votos en la Provincia de Buenos Aires.
Por suerte tenemos a estos dos personajes para avisarnos que existe fraude y que la democracia y la legalidad están en peligro, gracias al cielo.

MASACRE DE BOLETAS

*Por Horacio Minotti

La cultura del corte de boletas, estaba, hasta no hace mucho, muy poco arraigada en el ideario político argentino. En términos generales, los votantes, ingresaban la lista completa, y salvo algunos distritos de la primera sección electoral de la Provincia de Buenos Aires, y la zona norte de la ciudad, el fraccionamiento de los paños de las boletas era un fenómeno extraño. De hecho en la mencionada zona del conurbano bonaerense el corte solía referirse a la mera localía, es decir el votante de San Isidro, por ejemplo; decidía su voto nacional y provincial con toda la boleta, y fraccionaba a la altura del intendente local, no mas que eso. Los números son elocuentes, el corte en todo el país, nunca supero el 4%.
Cuando ingresé al cuarto oscuro, yo votante porteño, el domingo último, creí que un delincuente serial estaba suelto y se había introducido subrepticiamente en esa escuela. Algo así como un “Jack el Destripador de Boletas” había destrozado buena parte de las papeletas para el sufragio y había dejado distribuídos los trozos por todo el cuarto oscuro.
Luego comprobé que mi experiencia no fue única. Los resultados del recuento dieron algunos resultados formidables, que dejaron claro que la masacre de boletas fue un operativo de una legión de Jacks que asolo el país entero.
Del no corte al corte total, debe existir un término medio que por supuesto el ser argentino no conoce. Veamos: en la provincia de Salta, los votantes sufragaron a favor de la formula para gobernador del Frente para la Victoria-Partido Renovador, de Juan Manuel Urtubey y Andres Zottos, terminando con la primacía caciqueril de la familia Romero. No obstante para legisladores nacionales sufragó a favor de los candidatos del Partido Justicialista, del propio Romero.
En Capital Federal, la cosa no fue muy distinta. Para candidato a presidente, el partido PRO de Mauricio Macri, obtuvo menos del 2% de los votos, pero cuando se trato del candidato a senador Carlos Melconian alcanzó un 10% que de todas formas no le alcanzó para entrar, mientras que la lista de candidatos a diputados nacionales, encabezada por Federico Pinedo, obtuvo un 14% y se colocó en segundo lugar. ¿Hubo un voto masivo a favor de la renombrada y prominente figura de Pinedo?. Me atrevo a asegurar que no. Es obra de este monstruo seccionador de boletas que atacó al país.
Para irnos un poco al otro extremo, Tierra del Fuego no fue excepción. Allí, para presidente se impuso la candidatura de Cristina Fernandez con un holgado 54% a favor. Sin embargo, en el voto para legisladores la gente corto boleta y sufragó por el ARI, y por el PAUFE de Luis Patti en segundo lugar, tanto para senadores como para diputados. Los números son elocuentes: hubo gente que voto a Cristina para presidente y a un pattista para senador. Algo así como la cultura del votante orate.
Para terminar con los ejemplos conviene situarse en el distrito de Vicente Lopez en la Provincia de Buenos Aires. Allí existían dos listas que llevaban a Cristina Fernandez para presidente y a Daniel Scioli para gobernador. La del intendente reelecto Enrique “Japones” García y la del sindicalista Víctor Pirillo. El primero se impuso con un 36% de los votos, y el segundo ocupó ese lugar con el 12%. Entre ambos, un obvio 48%. Sin embargo la candidata presidencial salió tercera, detrás de Elisa Carrió que se alzó con un 41% en el distrito y de Roberto Lavagna que tuvo 17%. La locura no termina ahí. El candidato oficial a gobernador logro imponerse, pero solo con un 25% de los votos, saliendo segunda Margarita Stolbizer con 24% y tercero Francisco de Narváez con 23%. Desconcertante.
La Argentina abandonó la etapa del no corte de boleta, para pasar a la masacre de boletas, guíada por un incomprensible voto orate, probablemente impulsado desde la Capital Federal, donde hace tres meses Mauricio Macri se impuso con un 60% en la segunda vuelta para Jefe de Gobierno y el domingo se sufragó masivamente por su antítesis, Elisa Carrió.

AHHHH DE PASO
Y hablando de orates. Varios candidatos salieron a denunciar fraude en estas elecciones, siguiendo el manual del perdedor argentino, que solo pierde con trampa y es ganador moral. Los casos mas justificados entre los que efectuaron tales denuncias, son los del Alberto Rodríguez Saá y Juan Carlos Blumberg. El primero de ellos porque casi desconoce el término. En su tierra los medios de comunicación son independientes, y nunca se les volcó una urna, no hubo dos intendentes en forma paralela en la Capital y terminaron en la Corte Suprema de Justicia de la Nación dilucidando el entuerto, ni han borrado del mapa político a los eventuales opositores, como lo fue en un tiempo el radical Walter Ceballos, al que algunos cientos de vándalos que quien sabe a quien respondían, golpeaban cada vez que osaba circular por las calles.
También Blumberg hace bien en sentirse asustado. Es mas la operación en su contra incluyó que algún imitador suyo declaró en el padrón su inexistente título de ingeniero, porque con el mismo figuraba en el documento público que constituye el padrón electoral. Como es sabido, nadie mas que uno denuncia sus datos en padrón, así que si Blumberg no es ingeniero, y es solo un título que le dio la gente contra su voluntad, algún imitador se hizo pasar por el y lo denuncio ante la Justicia electoral, en otra terrible operación contra el no ingeniero que de paso sacó 0,9% de los votos en la Provincia de Buenos Aires.
Por suerte tenemos a estos dos personajes para avisarnos que existe fraude y que la democracia y la legalidad están en peligro, gracias al cielo.

domingo, 28 de octubre de 2007

VEINTUCUATRO AÑOS DESPUES

* Por Horacio Minotti

Más allá del resultado electoral de hoy domingo, existen algunos datos interesantes del contexto político-social que dan que pensar, que permiten vislumbrar una serie de gestos de madurez política y cívica de la Argentina, y que permiten pensar que no fue en vano tiempo transcurrido del 30 de octubre de 1983 a la fecha.
Como primera medida el presidente Néstor Kirchner, aún teniendo un legítimo derecho constitucional, no se presentó a la reelección. Es cierto que el especio político que representa postuló a su esposa, la senadora Cristina Fernández, pero tampoco podía pretenderse que un espacio político con antecedentes de una gestión mas o menos exitosa, no presentase candidatos, ni tampoco que si se creía que la mejor candidata al margen del presidente era Cristina que se postulase a otro, y mucho menos que por ser la esposa del presidente saliente, se la proscribiese para participar en elecciones.
Ciertos sectores poco escrupulosos de la oposición hablaron de reelección encubierta. La realidad es que tal afirmación roza el ridículo, pretendiendo influír en la sociedad y jugando con la presunción de incultura de la misma. En impensable que alguien haga en forma encubierta algo legalmente permitido y moralmente irreprochable. La reelección es un derecho ciudadano del presidente otorgado por la Constitución Nacional, por lo cual ¿Cómo y porque encubrirlo?. ¿Quién va a hacer a escondidas algo a lo tiene pleno y legitimo derecho?.
Los motivos del presidente para no reelegir, algo que hubiese ocurrido con seguridad no vienen al caso, pero aún cuando su proyecto político incluya este intermezzo, con el objetivo de construír un movimiento político y después intentar volver con dos períodos consecutivos, esta amparado por la ley para ello, y sometido a la voluntad popular en todos los casos. Cuando el pueblo lo decida interrumpirá sus planes, nada tiene esto de inconstitucional ni arbitrario, por el contrario, arbitrario es que la oposición descalifique la voluntad popular de acuerdo a sus deseos francamente minoritarios.
Pese a algunas declaraciones oportunistas, la oposición también dio muestras de madurez política, que deben generar esperanzas. Elisa Carrió, por caso, decidió que no solo hay que montarse en denuncias disparatas para hacer política, y salió a exhibir a la población propuestas de gestión. Mas o menos elaboradas dependiendo del área, pero es un gesto, un dato alentador.
Roberto Lavagna por su parte consiguió hacer convivir en su espacio a radicales y peronistas, preparó propuestas y no disputó con Kirchner la paternidad del modelo (como los hicieran otrora Carlos Menem y Domingo Cavallo respecto al Convertibilidad), sino que miró hacia delante, propuso a futuro.
Por fin el macrismo se mantuvo mas o menos alejado de la discusión. Para meterse de lleno en ella con algunas chances, debió haber jugado a la elección presidencial, a sus dos figuras mas sobresalientes: Mauricio Macri o Gabriela Michetti, justamente la fórmula que alcanzó el triunfo en la elección porteña. Sin embargo no lo hizo. Decidió esperar otra oportunidad y no privar a los porteños que los habían elegido recientemente, de contar con quienes había electo. Se alejaron del oportunismo político clásico, y dieron una muestra de civismo, desaprovechando tal vez una oportunidad política, pero siendo inteligentes de cara al futuro.
No es poco, la Argentina da gestos desde la sociedad, y de alguna forma los recibe desde la clase política. Es cierto que en muchas cosas todo sigue siendo un desastre, pero algo bueno hay detrás de todo esto, los últimos 24 años no fueron en vano.

viernes, 26 de octubre de 2007

LA DANZA DE LA MENTIRA

*Por Horacio Minotti

Esto definitivamente se esta desvirtuando. Nunca en mi vida me imaginé escribir una nota sobre el programa de Marcelo Tinelli. Pero siempre hemos jugado a darle a estas líneas un tinte socio-político, y ciertas cosas que ocurren en el programa mas visto por los argentinos, indudablemente tienen que ver con la parte "socio" del término caprichosamente compuesto que antecede.
La instalación de la cultura de la corruptela descarada en todos los ámbitos del devenir humano dentro de la sociedad, ha terminado incluso, con la clasica pacateria televisiva, que solía transmitir realidades rosas, no relacionadas con aquellas con las que convivimos a diario. Esto así, de forma tal que nunca llegabamos a saber si los que viviamos una realidad paralela eramos nosotros, y resto del mundo gozaba de un mundo feliz.
Como dice Noam Chomsky, la televisión separa a la gente, la transforma en individuo y la aleja del grupo, a la vez que transmite un idéntico mensaje a millones de cerebros, de manera que, todos pensemos lo que desean que pensemos, pero a la vez sin la posibilidad de discutirlo en grupo y llegar a ideas alternativas. O conclusiones diferentes.
Asi que a "Bailando por un Sueño" debemos agradecerle la sinceridad. Ahora nos queda claro que vivimos una sociedad corrupta en todos los planos y nadie esta excepto de ser vulnerado por tal corrupción. No voy a entrar a discurrir, aliviese el ocasional lector, sobre si una u otra participante tiene mas o menos virtudes para la danza que la otra. Tampoco vamos a analizar sus carismas, ni tenemos pensado especular sobre que pasaria si Tinelli se candidatea a presidente.
Lo que me parece un fantástico "blanqueo" de la realidad argentina es que una de las participantes sea la señora esposa del conductor, productor y dueño de todo, es decir la mujer de Tinelli, y que la misma jamás haya sido puesta a consideración popular y haya llegado apañada por el jurado asalariado por el mismo Tinelli, a la final del concurso.
También es una fotografía de esta Argentina, que la Sra. Graciela Alfano, integrante del jurado, haya dictaminado sobre las cualidades de bailarín de su propio marido, un tal Matias Ale, e indefectiblemente haya puntuado con un 10 todos sus desempeños hasta que fue expulsado por el público. Si una persona baila siempre para diez debería probar suerte en el Bolshoi o cuando menos, en la calle Florida, los turistas dejan muy buenas propinas.
Siguiendo con esta fellinesca pintura social, la presencia del Sr. Gerardo Sofovich como presidente del jurado, cuyas apariciones en cámara estuvieron siempre acompañadas por la banda del sonido de la pelicula sobre la mafia "El Padrino" es otro acto de notable sinceramiento. Como lo es que la Sra. Moria Casan, durante el transcurso de los programas haya pasado a ser empleada de Sofovich y a partir de allí, votaran siempre en bloque, y que la misma ex vedette, conformara una gran amistad con el travesti que se hace llamar Florencia de la V (¿de que V?), saliendo juntas todos los fines de semana cuando menos, siendo que el Sr. de la V es participante del concurso, y tambien empleado estrella del Sr. Sofovich.
No hace falta ser un especialista en danza para suponer que el Sr. De la V, que cuenta con un porte físico importante, no goza de las calidades de desplazamiento de otras bailarinas, damas ellas, 20 anos mas jóvenes y adecuadamente entrenadas. Sin embargo y curiosamente, por obra y gracia de los mencionados Sofovich y Casan, abiertamente se impidió que las cualidades de De la V fueran adecuadamente evaluadas por el público, impidiendo, durante todo el concurso, que los llamados telefónicos definieran su continuidad.
En medio de esto hay unos sujetos ignotos que ofician de partener de cada bailarina, y que auspician lo que han llamado sueños, casi siempre vinculados a realizar una actividad de bien público en el caso de que consiga con su pareja ganar el concurso. En la última actuacion del jurado se vio otro retrato social llamativo y perfecto. Una niña ciega, que tiene la posibilidad de recuperar la vista de uno de sus ojos con una costosa operación, y que dependía de que el bailarin que la auspiciaba ganara el concurso de baile junto con la modelo Liz Solari. Resultado: la niña ciega lloraba porque su operación estaba en riesgo, porque los bailarines que la representaban habían quedado a consideración de los llamados telefónicoscomo consecuencia de un jurado que intentaba mantener en el concurso al pesado y poco gracioso Sr. De la V, y preservar asi el negocio del Sr. Sofovich.
¿Quienes quedaron en la final? La Sra. esposa del Sr. Tinelli, el travesti estrella del Sr. Sofovich, una señora que es pariente por alguna vía del Ministro de Planificación Federal Julio De Vido, y la mentada modelo Solari, hija y hermana de futbolistas, representando un poco la voluntad de la gente, porque sobre cuatro, uno debia ser inocente.
En definitiva, una mas que interesante radiografia sociológica de la Argentina: un jurado con intereses comerciales entre sus integrantes, y a su vez con intereses monetarios con los que deben ser juzgados, y un grupo, el mas grande, de los sometidos a esa justicia, sin amparo, sin tutela, sin posibilidades, aun cuando los asista la razón, de obtener una sentencia que tenga alguna relacion con la justicia, y todo ello por la tele, a la vista de tres millones de personas, descaradamente y sin que a nadie la importe una pomo.
Hay que agradecerle esto a Tinelli y a su programa, ahora todos sabemos que no somos difentes, a todos y en todos lados nos pasa lo mismo.

martes, 23 de octubre de 2007

SERA JUSTICIA

•Por Horacio Minotti

No es popular hoy defender a Fernando De la Rúa. La imbecilidad y la cobardía parecen ser en estos tiempos dos características de las más abominables y castigables, mas aún que la corrupción, la inmoralidad o la hijaputez. Y el ex presidente fue cobarde, y se comportó torpemente.
Por eso, por fin se hizo justicia. La República puso en marcha sus instituciones y un juez equilibrado e imparcial, intachable, procesó al aliancista por homicidio, por los hechos ocurridos en las inmediaciones de Plaza de Mayo el 20 de diciembre de 2001.
Por suerte algunas cosas funcionan todavía en la Argentina, y este magistrado, que denunció ante la oficina anticorrupción y la AFIP un patrimonio de 83.000 dólares, que tiene una propiedad en el Partido de General San Martín de tres mil dólares y un Audi 3 de 20 mil unidades de la moneda norteamericana, ha puesto en caja a De la Rúa y lo procesó por asesino. Nadie cree que haya tenido nada que ver, pero bueno “que se joda por boludo” dice mi vecino del cuarto B.
Por suerte esta resolución sirvió a Claudio Bonadío para reivindicarse por haber sido el segundo de Carlos Corach en el Ministerio del Interior menemista, por haber figurado luego en la famosa servilleta del ex funcionario, o por las acusaciones que recibió por los “errores” cometidos en la causa que investigaba las irregularidades cometidas en la causa AMIA, entre tantas otras infundadas acusaciones.
Bonadío puede ya sentirse justo y redimido. Poco importa si puede probar la responsabilidad objetiva del ex presidente con siquiera un testigo que haya presenciado alguna orden del mismo, de reprimir la manifestación aquel trágico día. Sin duda existió una responsabilidad política del radical, pero es impensable establecer responsabilidades jurídicas. Entre los policías que dispararon y De la Rúa, están todos los mandos policiales, el jefe de la federal, el secretario de seguridad interior y el ministro del área. Como llegar a procesar al entonces titular del Ejecutivo, es un misterio de los tantos de la Justicia Argentina.
¿Por qué se aplicó un criterio distinto con Cromañon y el titular del gobierno porteño Aníbal Ibarra? En ese caso se pensó justamente que las responsabilidades eran políticas (por eso se lo destituyó), pero no jurídicas (por eso se lo sobreseyó). Pero De la Rúa es mas fácil, habla poco y cuando lo hace no se le entiende, así que es presa fácil de los valientes jueces de estos rumbos.
No es popular defender a De la Rúa, en realidad trae bastante pocas satisfacciones, la estupidez es demasiado condenable, pero en definitiva, no siempre es bueno ser popular, no siempre es bueno pensar como el resto. Sería mas tolerable el “que se joda por boludo” cuando se le adose también el “que se joda por corrupto”. Por ahora, estos últimos la pasan bastante mejor.

HAY UN FUTURO

* Por Horacio Minotti

Todo indica que Cristina Fernandez va a imponerse sin posibilidad de segunda vuelta el próximo domingo 28, así como el candidato oficialista Daniel Scioli se llevará también una rotunda victoria en la estratégica y populosa provincia de Buenos Aires, en la misma fecha.
Más producto de una oposición que roza el ridículo, que por mérito propio, el oficialismo saca lejanísimas diferencias del resto y se consolida como un movimiento con aspiraciones de permanencia a lo largo del tiempo en la cúspide del poder.
Es cierto que el país esta estable, que ha crecido notablemente el nivel de empleo, que existe una clara conducción política del Estado, y que en términos generales la cosa no esta tan mal. Sin embargo existen algunas deficiencias que podrían despertar algún atisbo de voto opositor mas o menos interesante. Digamos que en 1995, Carlos Menem había parado una hiperinflación, había renovado la posibilidad de compras a crédito después de 80 años en la Argentina, y la desocupación y la desindustrialización del país todavía no había causado los estragos que causó a partir de ese año.
Sin embargo el ex presidente enfrentó una oposición. José Octavio Bordón, con el Frepaso detrás se alzó con un interesante 30 y pico por ciento de los votos, que supo lapidar rápidamente, pero para las elecciones contó con él. Y el candidato radical Horacio Masaccesi se llevó para si un 14% de votos, obteniendo un decoroso tercer lugar y dejando la sensación que uniéndose segundo y tercero podrían haber dado pelea al reelecto riojano.
Hoy tal alternativa no existe. Si se juntan el segundo y el tercero, de acuerdo a las encuestas, quedan aún a 10 puntos del oficialismo, siempre que la hipotética alianza sume matemáticamente las intenciones de voto de Elisa Carrió y Roberto Lavagna, cosa que en política no ocurre.
Esto sucede porque Carrió resulta simpática en ciertos sectores, pero nadie cree que realmente este en condiciones de gobernar nada, mientras que Lavagna no muestra uñas de guitarrero como conductor político, se llevo consigo lo peor del radicalismo y el peronismo sin poder.
Pero por suerte parece que hay futuro. En el horizonte asoma el PRO. No hablamos de un cepillo de dientes como menciona por ahí algún opinólogo malintencionado, sino de una nueva fuerza política que surge, justamente desde la llamada nueva política. Es cierto que la nueva política de PRO muestra algunas desinteligencias. El candidato presidencial del sector Ricardo Lopez Murphy (Ministro de defensa y efímero Ministro de Economía de Fernando De la Rúa), es repudiado por Cristian Ritondo (viceministro del Interior de Eduardo Duhalde) y tampoco mantiene buena relación con el candidato a Senador por la Capital Federal, Carlos Melconian (ex candidato a Ministro de Economía de Carlos Menem en 2003 y funcionario del Banco Central durante la dictadura).
El bulldog tampoco se lleva bien con el candidato a gobernador bonaerense del partido de la nueva política Francisco De Narváez (financista de la última campaña de Menem) ni con el próximo jefe de gabinete de ministros del Jefe de Gobierno electo de la Ciudad, nos referimos a Horacio Rodríguez Larreta (a cargo del Pami con Menem y del Ansses con De la Rúa). Sin embargo Lopez Murphy mantiene relaciones razonables con Federico Pinedo (funcionario del área de comunicaciones del gobierno de Menem) y con Jorge Vanossi, actual presidente del bloque del machismo en la cámara de diputados y ex ministro de Justicia de De la Rúa y de Duhalde.
En fin, la esperanza esta, la nueva política se viene y aunque Mauricio Macri no logre encarrilar todavía a sus acólitos el futuro es promisorio porque renueva totalmente la política. Hay una esperanza.

miércoles, 17 de octubre de 2007

LA SIDE Y EL OPERATIVO SOPOR

*Por Horacio Minotti

Parece que la Secretaría de Inteligencia debió inaugurar una nueva dependencia, que las autoridades han llamado Dirección Nacional de Bodrio, Letargo y Aburrimiento. Curioso nombre para una agencia de inteligencia, pero relacionado con su actividad específica. Parece ser que la gran mayoría de los agentes puso a la secretaría al borde de la huelga, cuando alguien les mando a pinchar el teléfono y escuchar todas las conversaciones del diputado macrista Federico Pinedo, que va por su reelección.
La negativa de los espías no radicaba en la intención de mantener la intimidad de Pinedo, ni mucho menos, en las infracciones legales que conlleva pinchar teléfonos sin autorización judicial. Lo que perturbaba notoriamente a los hombres de oscuros lentes, era tener que escuchar durante 24 horas, y varios días, las soporíferas conversaciones de dicho diputado.
Uno de los agentes que había sido seleccionado para la tarea y que se negó a llevarla a cabo, confesó a larealpolitik que “¿te imaginas? Con el tono anodino e insoportable que tiene este tipo, la papa en la boca haciéndose el finoli y encima con temática macrista…¿de que nos íbamos a enterar? De los partidos de golf y si desapareció una vaca en el campo de pa’…hagamos cosas serias”.
Más o menos en la misma línea se plantó toda la secretaría y las autoridades debieron recurrir a la creación de una Dirección especial, conformada por todos los insomnes de dicha central de espionaje, para intentar tolerar despiertos mas de una hora seguida las conversaciones de Pinedo. Uno de los directores mas viejos de la casa de los espías locales aseguró que “si bien nadie aguantó mas de una 1:22 hs. sin dormirse, por lo menos tenemos una ventaja, le estamos curando el insomnio a todos los agentes con este mal, y le ahorramos demandas al Estado por enfermedad laboral, y todo gracias a Pinedo”.
La llamada Operación Sopor u Operación Melatonina, de acuerdo a quien se refiera a ella, esta entrando en una etapa decisiva, dado que, para cuando Pinedo descubrió la movida, inconscientemente ya había logrado dormir a media SIDE e incluso en algunos casos, existen agentes que no han recuperado la lucidez, en lo que en los pasillos de 25 de mayo 11 llaman, el síndrome de “La Bella Durmiente”, por lo que el Secretario Héctor Icazuriaga estaría meditando la posibilidad de contratar un príncipe azul (o rosa por caso) con ganas de besar agentes, como último recurso para despertarlos.
Más allá de todo, si es cierto que la SIDE escucha a Pinedo, hay que estar al dope muchachos, y si no, ¡¡¡que autoestima Pinedo!!!

domingo, 14 de octubre de 2007

CONSULTOCRACIA MASIVA

*Por Horacio Minotti

Acaso el secreto de una buena campaña electoral sea solidificar y difundir los rasgos positivos de un candidato, y minimizar o disimular aquellos negativos o nocivos en su impacto público. Descubrir que necesitan los electores y tratar de conseguir que el candidato lo transmita es el objetivo básico de cualquier estratega de campaña, que su vez sabrá obtener tales objetivos, desde la persona que le toca asesorar. Si Dick Morris pretendiese que todos sus clientes fuesen Bill Clinton, no se cansaría de fracasar. Otro secreto básico se encuentra en mantener la base electoral elemental del candidato, y partir desde allí a la búsqueda de otros votantes. Por caso y para seguir con ejemplos norteamericanos, si Ross Perrot hubiese intentado atrapar los votos de la izquierda del Partido Demócrata, seguramente no lo habría obtenido y habría perdido su propia base de votantes.
En esta campaña electoral en Argentina pocos han entendido estas dos premisas básicas. Esta claro que el oficialismo kirchnerista, aunque mas no sea intuitivamente, ha mantenido estos cánones. La candidata Cristina Fernández se ha avenido a hablar de seguridad esporádicamente, se ha hecho presente en diversos actos públicos aún cuando las aglomeraciones no son de su gusto y ha moderado algunos gestos del discurso que resultan disvaliosos respecto de su imagen pública. Incluso ha estrechado lazos internacionales con países y sectores con los que su marido tenía mala relación, y se aproxima hacia algunos cambios de políticas respecto, por ejemplo, de las privatizadas.
Pero poco cambio de Cristina Fernandez en realidad. Nadie puede decir que sus fundamentos doctrinarios son otros, que su forma de hacer política es diferente, o que “esta es otra Cristina” por ningún motivo. Podrá ser porque su personalidad es inmutable y los consultores de imagen apuntarán que “podría mejorar si cambiase varias cosas”, pero lo cierto es que la candidata esta consolidada, y mas o menos en la suya.
El problema surge mas abajo. Elisa Carrió asoma hoy como la candidata mas firme al segundo lugar, y en esa calidad subiría a un ballotage con Cristina en caso de que esta sorpresivamente no alcance el 40% de los votos. Sin embargo Carrió parece haber alcanzado un techo. No crece más, y en algún punto parece empezar un lento descenso respecto de su inmediato perseguidor Roberto Lavagna. ¿Pudo crecer mas Carrió?. ¿Tal vez alcanzar el treinta y pico por ciento que José “Pilo” Bordón cosecho en 1995 que demostró la capacidad electoral del progresismo no oficialista en la Argentina?. Pudo, si que pudo. Pero Carrió experimento un extraño cambio de personalidad, mutación que se acentuó profundamente a medida que se iba acercando la fecha electoral.
La blonda ex radical dejó de hacer denuncias, dejó de apuntarle con fuerza al gobierno, y comenzó a mostrar planes de gestión, que resultan un poco increíbles y otro poco superficiales, sin mencionar lo sobreactuados. Carrió cambio su personalidad para la elección, cambio su esencia. Los votantes de Lilita quieren denuncias, es aquello de lo que gustan, lo que disfrutan, con lo que alcanzan su éxtasis. ¿Alguno de ellos votará a Carrió por su capacidad de gestión?. Creo que nadie la vota por eso. Quienes tienen en cuenta la capacidad administradora del candidato al momento de votar, nunca lo harían por Elisa.
¿Capturaría votos pro-gestión Carrió cambiando su perfil? No, lo único que podría conseguir es perder votos propios. Si Carrió no es Carrió, ¿Por qué votar a Carrió?.
Algo similar ocurre con Lavagna. Si bien el economista fue mas fiel a sus principios ideológicos y de conducta política, desde hace unas semanas trata de ser simpático. Alvaro Alsogaray creo un partido político que fue una pujante tercera fuerza en una Argentina bipartidista, y funcionó durante largo tiempo como árbitro indispensable de la política local. Pero Alsogaray no era simpático. Ni se hacía el simpático, ni hubiese obtenido mas votos por serlo. Y Lavagna no es simpático, no hace gracia. Aparecer con una papa en la mano y un cartel amarillo colgado del pecho, no lo hace mas agradable, lo envía directamente el ridículo sin escalas.
Fortalecer la campaña de Carrió hubiese sido encontrar un hecho muy significativo para denunciar, subirse a ello y transformarlo en el único tema de campaña. Seguramente sin estridencias innecesarias y sin insultarse con el Ministro del Interior (como gusta hacerlo Lilita), pero instalándole al gobierno el tema de campaña y llevándolo a debatir donde menos sabe, donde Carrió mejor se mueve y donde esta plena.
Fortalecer la campaña de Lavagna, pasaba por darle una candidatura única con un peronista primero y un radical segundo para gobernador en la provincia de Buenos Aires, rescatar los logros económicos del gobierno de Eduardo Duhalde que lo tuvo como protagonista, pronosticar alguna que otra desgracia “si seguimos por este rumbo”, y básicamente mostrar equipos de trabajos con líderes reconocidos, sólidos y progresistas moderadísimos, todos con la misma impronta seria y dedicada de Lavagna, al fin su mejor faceta y aquella por la que habría gente que lo votaría.
En síntesis, los estrategas de campaña, debieran ser un poco mas profesionales, y comprender que las personas no deben adaptarse a sus planes y estrategias, sino al contrario, sus estrategias y planes a la personalidad de quienes asesoran. Un candidato no se inventa, se moldea y se trabaja sobre sus propias bases. Demasiados consultores hacen que cueste distinguir a los capaces entre el montón. Como en todos los casos, la masividad hace perder calidad.

jueves, 11 de octubre de 2007

HABEAS CORPUS

*Por María Fernanda Gonzalez Samudio y Horacio Minotti

Estas páginas suelen buscar cierta profundidad en el análisis, y aunque tal objetivo se logre solo esporádicamente, probablemente por el escaso talento de los autores, no suele dejarse de lado semejante meta de nuestro horizonte. Sin embargo en este caso, la profundidad va reducirse a la de un pozo callejero. No es poco quiero anticiparme, ¿alguien observo la multiplicación de los orificios que exhiben las calles de Buenos Aires por doquier?.
La cara que solemos ver de la superficie lunar, estudia presentar una demanda por plagio contra el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dicen quienes, como el Alberto Rodríguez Saa, efectúan viajes intraestelares con asiduidad, que la autoridades selenitas no se bancan a Jorge Telerman.
El abandono en que esta sumida la ciudad de Buenos Aires, desde que el calvo afrancesado no pudo subirse a la segunda vuelta electoral, para ser reelecto Jefe de Gobierno, no registra antecedentes. Esta totalmente destruida, por donde se la mire. Los rodados actuales, aún bastante angostos, no alcanzan a eludir un pozo sin caer en otro, simplemente porque sus dimensiones, insisto reducidas, son superiores al especio que ha quedado entre cada cavidad hueca sobre el terreno. El conductor mas avezado, sabe ya por estos días, seleccionar el pozo menos destructivo, y lo encara casi con alivio, sabiendo que tal vez deje en él, el tren delantero, pero salvará el motor.
Parafraseando al dictador genocida Jorge Videla, el jefe de gobierno porteño no esta ni muerto ni vivo, esta de-sa-pa-re-ci-do desde hace meses. ¿Cuánto se ha degradado la política y la gestión pública para que una persona que debe administrar la Capital del país, desaparezca simplemente porque no pudo ser reelecto y el marketing no tiene mas sentido? El dinero que se invertía en reparar las calles antes de las elecciones, ¿para que se usa ahora?.
Temo por Telerman, me preocupa que algún comando antiafrancesados lo tenga cautivo, y bombardee por las noches las calles de Buenos Aires, con el doble objeto de destruír el parque automotor por un lado, y difamar a la calva autoridad saliente, por el otro. Hago un aparte aquí para una llamado a la solidaridad: instruyamos a nuestros abogados al efecto que presenten un pedido de paradero ante la justicia, y al mismo tiempo un hábeas corpus por si alguna autoridad desubicada, de esas que nunca faltan, detuvo ilegalmente al Jefe de Gobierno, basada en su mas que sospechoso aspecto, o en haberlo hallado in fraganti delito.
De no ser así, y seguir frecuentando Telerman aquellos lugares que debería frecuentar, como por ejemplo el Palacio de Gobierno local, habría que avisarle que es un tipo joven, con un perfil votable para el curioso electorado porteño, pero que esta despilfarrando su promisoria carrera política, con esta poceada ausencia con presunción de fallecimiento.