lunes, 3 de septiembre de 2007

LA RUPTURA

*Por Horacio Minotti

La elección de Hermes Binner al frete del gobierno santafesino, y la amañada elección para el mismo cargo en la Provincia de Córdoba, empiezan a marcar un punto de inflexión en la política argentina, de cara al futuro. Dentro de algunos años, las elecciones 2007 serán vistas como aquellas en que se produjo la última participación de los aparatos partidarios en los procesos electorales, el último coletazo de una forma de hacer política que nació en la Argentina con la generación de 1880, y que viene a morir por estos tiempos: el clientelismo, el aparato partidario, ya no son lo que eran.
El socialista santafesino se impuso delaparato justicialista en la provincia de Santa Fe. Sin armado territorial mas allá de una buena gestión en la populosa Rosario, sin repartir cheques, subsidios ni inodoros; sin el carisma tradicional; con una imagen política mas similar a los dirigentes europeos que el clásico latinoamericano, Binner hizo una notable diferencia en su provincia, demolió al oficialismo y se posiciona como una opción electoral de cara al 2011.
Todo en Binner es diferente al político clásico. No es oficialista, pero no confronta abiertyamente con el oficialismo. de hecho sus diputados en la Cámara Baja apoyan las iniciativas del gobierno cuando creen en ellas y las rechazan cuando no. Ayer, durante las celebraciones de la victoria, cuando la gente silbó el apellido Kirchner, el dirigente los hizo callar y manifesto abiertamente no estar de acuerdo con esa forma de rechazo. Imposible de ver hasta hace unos años.
Binner gestiona, desde el socialismo, no tema las políticas capitalistas en cuanto no se contrapongan con sus ideales socialistas y se parece mucho mas a un laborista inglés que a Chávez, a Castro o al propio Zamora, el librero local.
Este tipo de liderzgos apunta a reforzar la idea de que en la Argentina se perfila una política distinta, con partidos moderados, de centro con cierta tendencia a lo social o al liberalismo, pero con límites, con bandas de flotación estrachas, nadie es MUY socialista ni MUY liberal, y de ambos sectores se esta dispuesto a tomar medidas mas identificadas con el otro de ser necesarias. Algo mas civilizado bah.
En Córdoba se produjo un fenómeno similar. Más allá del posible fraude denunciado por Juez, y convengamos en este punto que todo da para sospechar, empezando por las maniobras para difundir los datos masconvenientesal oficialismo, y terminando por las 16 horas que duró el escrutinio, pasando porque lacdiferencia entre ambos no superó el 1%.
Pero lo importante es que un partido sin estructura provincial, un esquema vecinalista con aspiraciones solo en la capital provincial, enfrentó y estuvo al borde de derrotar al aparato político montado desde hace 8 años por Jose Manuel De la Sota.A propósito una pregunta ¿que van a hacer ahora todos aquellos que, seguros de la victoria del "Gallego" iban a visitarlo para que liderase la recomposición del peronismo para 2011 enfrentando al kirchnerismo?. Tal vez empiecen a visitar al salteño Juan Carlos Romero. Les quedan pocas opciones serias.
Juez enfrento y casi derrota al aparato, y eso es una señal importante. La gente ya no se deja llevar por las licuadoras y las bolsas de polenta, las toma si, porque las necesita, pero votaloquequiere porque ya reconoce lacalidad del cuarto oscuro, y sus ventajas.
Madurez politica se llama y augura un buen futuro. Nuestros hijos agradecidos.

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