COQUI, POR DIOS NO CHILLES

EL GOBERNADOR CAPITANICH CON SÍNTOMAS DE COMPLICACIONES GÁSTRICAS...¿Y SI PROBAMOS CON ACTIVIA?
•Por Horacio Minotti
Criminalizar o no la protesta social ciertamente depende de la Justicia y no del Poder Ejecutivo. Eso dice el Ministro del área Aníbal Fernández, y nadie puede negárselo. Si lo hiciese el Ejecutivo imputando delitos y tomando declaraciones indagatorias, enfrentaríamos una monarquía absolutista a cara descubierta.
Pero, ¿cuán lejos estamos de una monarquía absolutista encubierta?. Ministro, la justicia no es independiente desde los ´90 y usted lo sabe, fue parte de ese proceso, no era kirchnerista entonces. Y nadie hizo el menor esfuerzo por independizarla después. Al gobierno le bastó con formar una Corte Suprema realmente independiente, acaso involuntariamente, como para cometer el mismo error en los juzgados inferiores, y se dedicó a sojuzgar a los magistrados en funciones y nominar nuevos, subrogantes o definitivos, por lo menos bien dóciles.
MINISTRO, LA JUSTICIA NO ES INDEPENDIENTE, USTED, YO Y CASI TODO EL MUNDO LO SABEMOS BIEN. ¿No convendrá mejor decir que se cambió de opinión, que se comprendió la conveniencia de respetar el Código Penal, o simplemente que en este caso se impulsa la aplicación de la ley porque se les canta los genitales?. Digo, para evitar al menos que la gente se sienta tomada por idiota, además de indefensa, maltratada, ignorada, etc.
El juez que avanza sobre los productores es Carlos Villafuerte Ruzo, aquel que forjó buenos lazos con el menemismo y muy malos con Zulema Yoma, cuando investigó, con múltiples cuestionamientos la muerte de Carlos Menem hijo. Más cuestionado fue aún cuando fue el magistrado a cargo del operativo para liberar a los rehenes del Banco Nación de Ramallo, que terminó con el fusilamiento a manos de la policía del propio gerente de la entidad financiera estatal. Por este tema se hizo acreedor a varios pedidos de juicio político, de los que lograr zafar.
¿Cómo se comportará en este caso Villafuerte Ruzo?, como se lo ordene el poder, ¿o no ministro?.
No criminalizar la protesta social fue un estandarte del kirchnerismo y las organizaciones piqueteras y de izquierda. Los productores agropecuarios son parte de la sociedad, por lo cual su protesta tampoco sería crimen en tal lógica. Es cierto que la protesta de los sectores mas carenciados disminuyó y ya casi no existen cortes de rutas y calles. ¿Por qué? ¿Por qué ahora viven decentemente?
NO, MENTIRA. Es simple y solamente porque los piqueteros se sistemizaron, salieron de la marginalidad, adquirieron el manejo de los planes sociales y se aliaron políticamente con el gobierno. Desde el manejo de los planes manipulan a la masa y la desmovilizan, mientras reciben pingües beneficios del poder político. El valor piquetero era estar fuera del sistema, ser marginales, sino se transformarían en la clásica burocracia sindical acuerdista con el poder de turno. Bueno eso ocurrió.
“La única forma en la que un conflicto de esta naturaleza pueda tener un cauce razonable es que después del lunes las entidades puedan enviar al Gobierno nacional una nota, respetuosa, sin condicionamientos de tiempo y ninguna naturaleza”, dijo Jorge “Coqui” Capitanich, el hombre que durante el menemismo trabajaba en la Secretaría de Provincias del Ministerio del Interior de Carlos Corach, y a las órdenes de José María Vernet (¿se acuerda? Ex gobernador de Santa Fe famoso por la construcción de un puente que nunca existió, de la fórmula Vernet – Vanrell, el de los juguetes), e iba de una provincia a otra inculcando la reforma del estado. Que notoria la falta de memoria de estos muchachos. Tampoco se acuerda el “Coqui” que su familia es de productores agropecuarios, y menos recuerda que presento hace poquito nomás un proyecto de ley para derogar las retenciones. Pero lo peor del “Coqui” es como chilla con voz finita en los discursos…no hace falta “Coqui”, es un papelón, relajate y hace memoria.
LA ESTRATEGIA
Ahora bien, ¿quién le recomendó a la Presidenta (o quien se le autonomizó) que lo mas conveniente en estos casos era perseguir a los productores con las fuerzas de la ley y mandarlos presos para amedrentarlos?.
¿A quien se le ocurrió la peregrina idea de que pueda existir alguna buena consecuencia de acosar dirigentes opositores, y especialmente mujeres? ¿Hay algún mamarracho político con llegada a las altas esferas, que genera que cada estrategia oficial sea una metida de pata adicional y consecutiva de un tiempo a esta parte?.
Perseguir mujeres no es buena estrategia política. Es imposible ganar con ella. Encarcelar opositores sólo genera pérdidas en términos políticos. Usarse de jueces cuestionados para todo ello es el mismo disparate.
Más allá de quien tenga razón en esta pelea absurda, en la que dudo que existan “buenos”, la exhibición de torpeza es lo llamativo.