viernes, 1 de febrero de 2008

LO BREVE, SI BREVE, DOS VECES BREVE

*Por María Fernanda Gonzalez Samudio y Horacio Minotti

Estéril. Como cada una de nuestras efímeras esperanzas en esta vida, en tan solo unos días nos congratulamos en destruír la fe de aquellos que creyeron ver la luz al final del túnel, cuando estas incongruentes líneas dejaron de llegar durante buena parte de enero a su casilla de correo electrónico.
Craso error. Se trato sólo de unas breves vacaciones, que de paso desmitificaron la estúpida frase que se suele escuchar “lo bueno si breve dos veces bueno”. Un embuste mas del saber popular. Conocemos cientos de ejemplos que desmitifican dicha frase (obviamente de autor anónimo, ¿quién se va a hacer cargo de semejante idiotez?), y la duración de las vacaciones es una de ellas. Así que nos unimos a vuestro lamento por nuestro regreso, aunque por motivos diferentes. Prometemos solemnemente a todos nuestros lectores, que el día que podamos pasar todo nuestro tiempo de vacaciones, dejaremos de torturarlos con estos libelos modelo ciberespacio.
De movida, nos gustaría advertir además a aquellos amigos que nos leen, que detestamos las preguntas al estilo: ¿descansaste?. Desde ya anticipo la respuesta en forma genérica: NO. Ni un poco. Nadie descansa en vacaciones y menos con hijos adolescentes como es nuestro caso. Uno va de un lado para otro llevándolo con su grupo de amigos para hacer diversas actividades muy similares a las que realizan acá en Buenos Aires, pero sin arena en los pies. Además juega a la paleta, a los tejos, al voley, cuando no un “fulbito” playero y termina desgarrado, contuso o al menos agotado. Todo eso sin contar que se hace complicado dormir hasta tarde porque “mira que lindo día corramos a la playa” y que “clavarse” una siesta de tres horas cuenta con similar impedimento.
Ni pensar en dormirse un rato en la playa. Los mas pequeños se arrojan arena y casualmente en lugar de acertarse entre ellos, viene toda a parar a nuestro rostro, cuando no somos atormentados por pedidos recurrentes y sistemáticos del tenor de “papá un choclo” o “papá el heladero” o “papá quiero churros” o “papá llego el tipo de los barquillos”. Uno llega a pensar en la existencia de una conspiración universal contra su persona, al observar que los siniestros personajes que comercializan tales porquerías, pasan calculada y milimétricamente cada diez minutos, cuando uno va conciliando el sueño. Y le adjudica participación directa a los menores en tal conspiración cuando se dirigen a quien intenta conciliar al sueño y no a su madre que toma sol plácidamente y sonríe levemente, de costado, gozando la situación. Error, ya le tocará a ella mañana.
Así que no, no descansamos. Si es cierto que en vacaciones lo que se decide es cansarse con algo distinto a lo que lo cansa a uno el resto del año y esto genera sensaciones diferentes que algunos identifican falsamente con un descanso. Y fundamentalmente, tiene más tiempo para abocarse a los intereses y necesidades de sus seres queridos, lo cual no es poco.
En menos palabras, es líneas no componen mas que un anuncio: VOLVIMOS, con varios proyectos e iniciativas entre manos, y con muchas ganas de atiborrarles la casilla con la información y los análisis de dudosa calidad con que ya los atosigamos el año pasado: para aquellos que ya nos conocen y para las direcciones nuevas que se agregan ahora SALUTE ojalá hayan empezado bárbaro un 2008 que pretendemos caminar juntos como el año que pasó.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Extremadamente cursi!!!

jviveros dijo...

Petit error. La frase "Lo bueno, si breve, dos veces bueno" no es anónima. Pertenece al desgraciado de Gracián, el escritor conceptista español.

Saludos.