sábado, 7 de abril de 2007

MANIPULADORES DE LA MUERTE

* Por HORACIO MINOTTI
La aparición pública de algunos referentes políticos pretendiendo hacer uso de las reiteradas crisis nacionales o provinciales, para su exclusivo aprovechamiento político electoralista va lentamente terminando de cansar a la sociedad que ya no soporta semejante abuso de la realidad, tan burdos intentos de estafa barata.
Mas allá de la desgracia de la muerte del maestro neuquino, mas allá de la torpeza de la poícía y la impericia manifiesta del gobernador, mas allá de los piquetes, mas allá de la razón o no del del reclamo docente, achacar al ministro de Educación de la Nación Daniel Filmus o al Ministro del Interior Anibal Fernandez, no se le puede ocurrir a ningun dirigente político que intente combinar sano juicio y buena fe.
Sin embargo tanto Elisa Carrio, como el titlar de la bancada del ARI Eduardo Macaluse, salieron a pedir la interpelación de ambos funcionarios ante la Cámara de Diputados, por esos lamentables hechos.
Entiendase claramente que aca no se discute si el aumento docente determinado por el poder central desató o no el conflicto, ni tampoco se deja de lado el delito cometido por la policía neuquina, ni su tendencia a la violencia, ni la previsibilidad de que puedan ocurrir estos hechos cuando un gobernador hace alarde de "mano dura".
Lo único que se pone en cuestión es la mala fe de ciertos sectores de la política argentina, el uso de la tragedia como arma política. Tanto Carrió como Macaluse saben bien que el manejo de la fuerzas policiales es materia no delega por las provincias a la Nación. ¿Que podría aportar entonces una interpelación al ministro del Interior?, ¿que podría seber Fernandez de un conflicto de no manejo y del que no hubiese correspondido que las autoridades provinciales le dieran siquiese vista para hacer una sola sugerencia?. Solo un show mediático para el lucimiento del ARI que una vez mas se niega a motrarle propuestas a la sociedad y se autoridiculiza cada vez mas con acciones como esta. O tal vez victimizarse cuando el Congreso rechace una interpelación no solo ridícula sino también legalmente improcedente.
y ¿en que podría esclarecer la situación una interpelación a Filmus?. "¿Usted ordenó un aumento al salario docente?" podría preguntarle el ARI. "Si, así fue" respondería el ministro. Y a esto ¿que pregunta seguiría?. Podría ser algo así como "¿y Usted cree que esto determinó que un policía asesine sin contemplaciones a un maestro en una manifestación en la provincia de Neuquén sobre la que Usted ni siquiera tiene jurisdicción?".
Lindante hasta ahora con el ridículo, el ARI atravezó el límite, y ahora retoza en la payasada política mas burda, intentando engañar a una sociedad cada vez mas harta de que se le engañe, se la subestime y se la vulnere, usando en este caso, un caído en la causa de los docentes como bandera política para generar un hecho que no pueden generar con una propuesta novedosa, con una bandera ideológica o con capacidad de gestión. No es cierto que tengamos los dirigentes que nos merecemos, nadie puede merecer esto.

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