EDITORIAL DE HORACIO MINOTTI PARA "EL MIRADOR" POR RADIO PALERMO, FM 94,7, DOMINGOS 12 HS.
A los que no perdimos la capacidad de asombro, nos resulta sorprendente ver como cada semana cambia el panorama electoral, de cara a las próximas legislativas de junio. Especialmente porque falta muy poco para las elecciones y no hay absolutamente nada definido en ninguno de los sectores en pugna. Casi pareciera que los políticos quieren confundir a la gente hasta último momento para que nadie pueda meditar adecuadamente su voto. El torbellino de candidaturas, entre los que hoy si y mañana no, que la estrategia aquella que la alianza esta, saca de foco las propuestas, nadie propone nada porque nadie es candidato ni deja de serlo, y al mismo tiempo la sociedad babea mirando sin comprender, y no hay a quien reclamarle un plan de trabajo para saber si uno lo quiere votar o no.
El legado de Alfonsín, del tanto les gusta hablar a algunos en estos días, no fue nada de lo que dicen los interpretes post mortem del viejo líder, muchos de los cuales ahora dicen hacer esto o lo otro porque, “era lo que deseaba Alfonsín”, como excusa hasta para dejar escapar un gas en público, cuando en realidad fueron anti-alfonsinistas toda la vida, de la primera hora, incluso dentro del mismo partido. “Yo hago tal cosa por así lo hubiese querido Alfonsín”. Pero viejo!, le hubieses dado bola y seguido sus preceptos en vida en lugar combatirlo si tanto lo querías!, y digo incluso dentro de la misma UCR porque los que saben quien es quien, saben por ejemplo que desde el delarruísmo siempre se combatió al hombre de Chascomús, y he visto conspicuos delarruistas con supuestas inmolaciones personales “por Don Raúl”, que esconden otras cosas.
Pero lo cierto es que el panorama varía y nos obliga a un nuevo análisis cada semana, empezando de cero. Ahora resulta que tenemos “candidaturas testimoniales” es decir candidatos que ocupan cargos que no piensan abandonar, pero que se van a presentar para otros que no van a asumir, entendiendo que con su presencia, refuerzan la cantidad de votos que va a recibir su lista.
Hay detrás de esto un delito electoral, una defraudación, pero eludamos las imputaciones, porque mientras quien lo haga sea el oficialismo, no habrá consecuencias penales sobre ellos. Lo primero que hay que atender es como el kirchnerismo ha blanqueado a lo largo de los años determinadas cosas que antes se hacían subrepticiamente. Esto de presentar candidatos que no tenían pensado dejar sus cargos para asumir los nuevos se ha hecho siempre, haga memoria, es una tradición argentina. Pero siempre se ocultó, los gobiernos porfiaban ante la prensa que el candidato iba a asumir su cargo, que de ninguna manera, es decir, sentían la necesidad de ocultar su intención, porque la sabían al borde de la ilegalidad y de plena inmoralidad, y se arriesgaban a un voto castigo.
Con Néstor la cosa se blanquea directamente. No solo que en este caso no va a haber una candidatura testimonial sino montones, además, los candidatos testimoniales dicen abiertamente que lo son y que en caso de entrar al Congreso se van a quedar donde están. Lo dicen y les importa un bledo. Y probablemente ganen igual, eso es lo sorprendente. ¿Dónde ha quedado el mínimo grado de dignidad del argentino, que va a votar igual a alguien que se burla de su voto de tal manera?. Es indigno de parte de los candidatos, e indigno de parte de los votantes, hemos perdido el respeto por nosotros mismos y aceptamos cualquier cosa, y se nos dice que no valemos nada abiertamente, y mansamente lo aceptamos. ¿Qué deberemos hacer si queremos votar al Frente para la Victoria pero queremos saben quienes van a ser nuestros representantes? ¿Mirar del octavo de la lista para abajo, o del noveno, para saber quien va a entrar al Congreso si meto esa boleta en la urna?, un total disparate, solo posible en esta Argentina, de una sociedad sin autoestima.
Desde lo político la movida oficial tiene dos explicaciones. Una es la desesperación electoral que produce el hecho de que la fecha se acerca, y ni siquiera Néstor levanta los niveles de adhesiones en la Provincia de Buenos Aires, distrito clave, especialmente cuando la derrota oficialista en Capital, Santa Fe y Córdoba es un hecho, por lo cual la única forma de levantar el promedio general de votos K sería ganando por un buen margen la provincia. Por ahora todo indica que no será tan sencillo, y por eso esta idea esta de los testimonios electivos o disparate similar.
Pero hay un motivo adicional. Kirchner ha percibido, en realidad tiene abundante información, sobre que muchos de los intendentes del conurbano que dicen apoyarlo, están jugando a dos puntas, con él en los diarios, y con Francisco de Narváez en la realidad, por lo cual se le complicaría mucho el panorama. Percibe Néstor muchas traiciones para junio. Y el obligarlos a plebiscitar sus propias gestiones en la misma boleta que Kirchner, los obliga también a tener una estrategia unidireccional, porque si apoyan a otro pierden ellos. Este es el motivo real y único por el que Kirchner hace esto y embarca a Scioli en la misma movida, obligar a los intendentes a apoyar la lista que integran porque sino también ellos pierden.
La estrategia, como todas las kirchneristas de los últimos tiempos es un arma de doble filo. En el primer caso, si masivamente los intendentes se niegan a la jugada, Kirchner exhibe una debilidad extraordinaria que va hundirlo aún más en las encuestas y lo lleva a una segura derrota. No todos los caciques del conurbano van a tener la misma carencia absoluta de dignidad que muestra Daniel Scioli. Me aparto aquí un minuto del tema principal. Scioli es otra muestra de aquello en lo que nos estamos transformando. Fue menemista, duhaldista y kirchnerista. La Presidenta Cristina Fernandez lo basureó públicamente en el Senado cuando era vicepresidente, y el bajó su cabeza y asintió, es el gobernador del distrito mas poderoso del país y sin embargo es incapaz de anteponer los intereses de su provincia a los personales de Néstor Kirchner, esta dispuesto a todo, con tal de agradar al poder. Ha construído una carrera política en base a genuflexión, cobardía e inactividad, y sin embargo, mantiene una alta imagen positiva y una fuerte intención de voto. ¿Qué nos pasa? ¿Lo votamos porque es el reflejo de lo que somos?, hay que pensar un poco más en estas cosas.
Sigamos con la estrategia K. La otra variante es que los intendentes acepten forzados esta movida, y que sufran de todas formas una derrota calamitosa en las urnas. Si así fuese el daño mayor sería institucional. No existiría poder legal en el país que no tuviese que enfrentar la problemática de dos años y medio mas de gobierno con la tremenda falta de legitimidad y el desgaste brutal de haber perdido una elección, en la que se plebiscito su mandato, no habrá base institucional donde asentar el gobierno. En esa hipótesis, habrá perdido Cristina mediante Néstor, Scioli mediante si mismo, y cada uno de los intendentes de las zonas mas pobladas de la Provincia de Buenos Aires. Dice el gobierno querer reforzar la gobernabilidad con esta jugada, muy lejos de ello, si sale mal no habrá posibilidades de gobernabilidad alguna en ninguno de los estratos del poder, podría ser la crisis institucional mas grande la historia. Cuando tambaleó y cayó Fernando de la Rúa, los intendentes del conurbano, justicialistas, estaban fortalecidos no derrumbados, y sostenían desde allí el gobierno justicialista en la Provincia, pero si todos hubiesen estado en las mismas condiciones de falta de legitimidad que el entonces presidente, el país habría seguramente, ingresado en un caos anárquico mayor. Ese el riesgo hoy.
El legado de Alfonsín, del tanto les gusta hablar a algunos en estos días, no fue nada de lo que dicen los interpretes post mortem del viejo líder, muchos de los cuales ahora dicen hacer esto o lo otro porque, “era lo que deseaba Alfonsín”, como excusa hasta para dejar escapar un gas en público, cuando en realidad fueron anti-alfonsinistas toda la vida, de la primera hora, incluso dentro del mismo partido. “Yo hago tal cosa por así lo hubiese querido Alfonsín”. Pero viejo!, le hubieses dado bola y seguido sus preceptos en vida en lugar combatirlo si tanto lo querías!, y digo incluso dentro de la misma UCR porque los que saben quien es quien, saben por ejemplo que desde el delarruísmo siempre se combatió al hombre de Chascomús, y he visto conspicuos delarruistas con supuestas inmolaciones personales “por Don Raúl”, que esconden otras cosas.
Pero lo cierto es que el panorama varía y nos obliga a un nuevo análisis cada semana, empezando de cero. Ahora resulta que tenemos “candidaturas testimoniales” es decir candidatos que ocupan cargos que no piensan abandonar, pero que se van a presentar para otros que no van a asumir, entendiendo que con su presencia, refuerzan la cantidad de votos que va a recibir su lista.
Hay detrás de esto un delito electoral, una defraudación, pero eludamos las imputaciones, porque mientras quien lo haga sea el oficialismo, no habrá consecuencias penales sobre ellos. Lo primero que hay que atender es como el kirchnerismo ha blanqueado a lo largo de los años determinadas cosas que antes se hacían subrepticiamente. Esto de presentar candidatos que no tenían pensado dejar sus cargos para asumir los nuevos se ha hecho siempre, haga memoria, es una tradición argentina. Pero siempre se ocultó, los gobiernos porfiaban ante la prensa que el candidato iba a asumir su cargo, que de ninguna manera, es decir, sentían la necesidad de ocultar su intención, porque la sabían al borde de la ilegalidad y de plena inmoralidad, y se arriesgaban a un voto castigo.
Con Néstor la cosa se blanquea directamente. No solo que en este caso no va a haber una candidatura testimonial sino montones, además, los candidatos testimoniales dicen abiertamente que lo son y que en caso de entrar al Congreso se van a quedar donde están. Lo dicen y les importa un bledo. Y probablemente ganen igual, eso es lo sorprendente. ¿Dónde ha quedado el mínimo grado de dignidad del argentino, que va a votar igual a alguien que se burla de su voto de tal manera?. Es indigno de parte de los candidatos, e indigno de parte de los votantes, hemos perdido el respeto por nosotros mismos y aceptamos cualquier cosa, y se nos dice que no valemos nada abiertamente, y mansamente lo aceptamos. ¿Qué deberemos hacer si queremos votar al Frente para la Victoria pero queremos saben quienes van a ser nuestros representantes? ¿Mirar del octavo de la lista para abajo, o del noveno, para saber quien va a entrar al Congreso si meto esa boleta en la urna?, un total disparate, solo posible en esta Argentina, de una sociedad sin autoestima.
Desde lo político la movida oficial tiene dos explicaciones. Una es la desesperación electoral que produce el hecho de que la fecha se acerca, y ni siquiera Néstor levanta los niveles de adhesiones en la Provincia de Buenos Aires, distrito clave, especialmente cuando la derrota oficialista en Capital, Santa Fe y Córdoba es un hecho, por lo cual la única forma de levantar el promedio general de votos K sería ganando por un buen margen la provincia. Por ahora todo indica que no será tan sencillo, y por eso esta idea esta de los testimonios electivos o disparate similar.
Pero hay un motivo adicional. Kirchner ha percibido, en realidad tiene abundante información, sobre que muchos de los intendentes del conurbano que dicen apoyarlo, están jugando a dos puntas, con él en los diarios, y con Francisco de Narváez en la realidad, por lo cual se le complicaría mucho el panorama. Percibe Néstor muchas traiciones para junio. Y el obligarlos a plebiscitar sus propias gestiones en la misma boleta que Kirchner, los obliga también a tener una estrategia unidireccional, porque si apoyan a otro pierden ellos. Este es el motivo real y único por el que Kirchner hace esto y embarca a Scioli en la misma movida, obligar a los intendentes a apoyar la lista que integran porque sino también ellos pierden.
La estrategia, como todas las kirchneristas de los últimos tiempos es un arma de doble filo. En el primer caso, si masivamente los intendentes se niegan a la jugada, Kirchner exhibe una debilidad extraordinaria que va hundirlo aún más en las encuestas y lo lleva a una segura derrota. No todos los caciques del conurbano van a tener la misma carencia absoluta de dignidad que muestra Daniel Scioli. Me aparto aquí un minuto del tema principal. Scioli es otra muestra de aquello en lo que nos estamos transformando. Fue menemista, duhaldista y kirchnerista. La Presidenta Cristina Fernandez lo basureó públicamente en el Senado cuando era vicepresidente, y el bajó su cabeza y asintió, es el gobernador del distrito mas poderoso del país y sin embargo es incapaz de anteponer los intereses de su provincia a los personales de Néstor Kirchner, esta dispuesto a todo, con tal de agradar al poder. Ha construído una carrera política en base a genuflexión, cobardía e inactividad, y sin embargo, mantiene una alta imagen positiva y una fuerte intención de voto. ¿Qué nos pasa? ¿Lo votamos porque es el reflejo de lo que somos?, hay que pensar un poco más en estas cosas.
Sigamos con la estrategia K. La otra variante es que los intendentes acepten forzados esta movida, y que sufran de todas formas una derrota calamitosa en las urnas. Si así fuese el daño mayor sería institucional. No existiría poder legal en el país que no tuviese que enfrentar la problemática de dos años y medio mas de gobierno con la tremenda falta de legitimidad y el desgaste brutal de haber perdido una elección, en la que se plebiscito su mandato, no habrá base institucional donde asentar el gobierno. En esa hipótesis, habrá perdido Cristina mediante Néstor, Scioli mediante si mismo, y cada uno de los intendentes de las zonas mas pobladas de la Provincia de Buenos Aires. Dice el gobierno querer reforzar la gobernabilidad con esta jugada, muy lejos de ello, si sale mal no habrá posibilidades de gobernabilidad alguna en ninguno de los estratos del poder, podría ser la crisis institucional mas grande la historia. Cuando tambaleó y cayó Fernando de la Rúa, los intendentes del conurbano, justicialistas, estaban fortalecidos no derrumbados, y sostenían desde allí el gobierno justicialista en la Provincia, pero si todos hubiesen estado en las mismas condiciones de falta de legitimidad que el entonces presidente, el país habría seguramente, ingresado en un caos anárquico mayor. Ese el riesgo hoy.
OPOSICION
Por el lado de la oposición, la cosa no esta mucho mejor. En la Ciudad de Buenos Aires, la candidatura de Gabriela Michetti, ganadora segura en caso de candidatearse, no es testimonial (porque seguramente asumiría la diputación), pero si es cuestionable. Se la eligió por cuatro años para ser vicejefa de gobierno porteño y presidir la legislatura. Y la Sra. va a abandonar ese rol por una ambición electoral de su sector político que no tiene otro candidato ganador. Otro desaguisado. Y otro ícono de la esta cosa extraña que nos pasa. De cincuenta sesiones de la legislatura que debe presidir realizadas en el primer año de gestión macrista, Michetti asistió solo a 4. Sin embargo las encuestas la dan ganadora por amplio margen. Nada tiene que hacer un vicejefe de gobierno, mas que tomarse la molestia de asistir a la legislatura una vez por semana o cada quince días, cundo hay sesión, y Michetti no llegó a ir una vez de cada 10, y no obstante, ganaría por lejos en caso de presentarse. Otro fenómeno como Scioli, pero que nos cuestiona a nosotros como sociedad no a ellos como políticos.
Lo de Michetti es tan cuestionable como lo de Kirchner, pero sorprendentemente, se empezó a hablar de ello, recién cuando explotó la estrategia de Néstor. Encima en Provincia de Buenos Aires, la alianza Properonismo, de Macri, Sola y De Narváez, vive a punto de explotar. Demuestran cada día que no pueden convivir, ni siquiera cuando muchas encuestas los dan primeros y ganadores en el gran distrito bonaerense. En este caso, han anunciado que mañana decidirán si siguen juntos. Todos los días se matan y están al borde del quiebre. Son como chicos del jardín de infantes, y esa es la otra opción que tienen los argentinos, una aparentemente ganadora, por lo cual una que muchos quieren votar . Se va hacer muy largo esto si empiezo con los antecedentes de Sola que como Scioli fue menemista, duhaldista, kirchnerista y ahora otra vez duhaldista, y de De Narváez que financió la campaña Menem 2003, y los negocios del papá de Mauricio con todos los gobiernos. Lo sabemos todos, o lo ignoramos a gusto, y los votamos por alguna trabazón psicológica que habría que remediar urgentemente.
Por fin me quedan los radicales, con la vuelta de Cobos, que ahora es bueno para Morales porque se murió Alfonsín. De pronto la “expulsión de por vida” que le impusieron hace un año y medio, fue de corto alcance y ya está de vuelta. Es cierto que le dieron licencia a su afiliación, y que no podrá tener cargos partidarios, pero el radicalismo va a tener que elaborar alguna entelequia que le permita explicar el ser oposición y oficialismo al mismo tiempo. Porque Cobos sigue siendo vicepresidente de este gobierno. Por suerte ha mantenido la UCR algún grado de respeto mayor por las instituciones, Cobos no es candidato a nada, ni nadie en funciones lo es. Se ordenó la cosa en Provincia de Buenos Aires, y Margarita Stolbizer va a encabezar la lista seguida de Ricardo Alfonsín y algún cobista que podría ser el intendente de Pergamino Cachi Gutierrez en tercer lugar. A los empujones, la cosa asoma un poco mas clara en ese palo.
Pero en Capital nadie sabe que va a pasar. Si la UCR va con Carrió o no, quienes son los candidatos, si las elecciones internas las hacen o las suspenden y eligen los candidatos a dedo. Si Pascual cierra con Nosiglia, si uno es candidato en Capital en Corrientes, o tal vez en Neuquén, o si Gil Ladra es sacado de carrera y aparece Terragno para una lista de unidad que no será tal, porque en realidad será una unidad impuesta por el aparato del partido a quienes querían dirimir las listas mediante la democracia interna partidaria.
En síntesis, así estamos, este es nuestro panorama, y deberemos hacernos cargo de nuestra parte de responsabilidad, porque, o somos todos iguales, o no tenemos el coraje de intentar cambiar la historia. Pero lo que esta claro, es que estamos cada vez peor.
Por el lado de la oposición, la cosa no esta mucho mejor. En la Ciudad de Buenos Aires, la candidatura de Gabriela Michetti, ganadora segura en caso de candidatearse, no es testimonial (porque seguramente asumiría la diputación), pero si es cuestionable. Se la eligió por cuatro años para ser vicejefa de gobierno porteño y presidir la legislatura. Y la Sra. va a abandonar ese rol por una ambición electoral de su sector político que no tiene otro candidato ganador. Otro desaguisado. Y otro ícono de la esta cosa extraña que nos pasa. De cincuenta sesiones de la legislatura que debe presidir realizadas en el primer año de gestión macrista, Michetti asistió solo a 4. Sin embargo las encuestas la dan ganadora por amplio margen. Nada tiene que hacer un vicejefe de gobierno, mas que tomarse la molestia de asistir a la legislatura una vez por semana o cada quince días, cundo hay sesión, y Michetti no llegó a ir una vez de cada 10, y no obstante, ganaría por lejos en caso de presentarse. Otro fenómeno como Scioli, pero que nos cuestiona a nosotros como sociedad no a ellos como políticos.
Lo de Michetti es tan cuestionable como lo de Kirchner, pero sorprendentemente, se empezó a hablar de ello, recién cuando explotó la estrategia de Néstor. Encima en Provincia de Buenos Aires, la alianza Properonismo, de Macri, Sola y De Narváez, vive a punto de explotar. Demuestran cada día que no pueden convivir, ni siquiera cuando muchas encuestas los dan primeros y ganadores en el gran distrito bonaerense. En este caso, han anunciado que mañana decidirán si siguen juntos. Todos los días se matan y están al borde del quiebre. Son como chicos del jardín de infantes, y esa es la otra opción que tienen los argentinos, una aparentemente ganadora, por lo cual una que muchos quieren votar . Se va hacer muy largo esto si empiezo con los antecedentes de Sola que como Scioli fue menemista, duhaldista, kirchnerista y ahora otra vez duhaldista, y de De Narváez que financió la campaña Menem 2003, y los negocios del papá de Mauricio con todos los gobiernos. Lo sabemos todos, o lo ignoramos a gusto, y los votamos por alguna trabazón psicológica que habría que remediar urgentemente.
Por fin me quedan los radicales, con la vuelta de Cobos, que ahora es bueno para Morales porque se murió Alfonsín. De pronto la “expulsión de por vida” que le impusieron hace un año y medio, fue de corto alcance y ya está de vuelta. Es cierto que le dieron licencia a su afiliación, y que no podrá tener cargos partidarios, pero el radicalismo va a tener que elaborar alguna entelequia que le permita explicar el ser oposición y oficialismo al mismo tiempo. Porque Cobos sigue siendo vicepresidente de este gobierno. Por suerte ha mantenido la UCR algún grado de respeto mayor por las instituciones, Cobos no es candidato a nada, ni nadie en funciones lo es. Se ordenó la cosa en Provincia de Buenos Aires, y Margarita Stolbizer va a encabezar la lista seguida de Ricardo Alfonsín y algún cobista que podría ser el intendente de Pergamino Cachi Gutierrez en tercer lugar. A los empujones, la cosa asoma un poco mas clara en ese palo.
Pero en Capital nadie sabe que va a pasar. Si la UCR va con Carrió o no, quienes son los candidatos, si las elecciones internas las hacen o las suspenden y eligen los candidatos a dedo. Si Pascual cierra con Nosiglia, si uno es candidato en Capital en Corrientes, o tal vez en Neuquén, o si Gil Ladra es sacado de carrera y aparece Terragno para una lista de unidad que no será tal, porque en realidad será una unidad impuesta por el aparato del partido a quienes querían dirimir las listas mediante la democracia interna partidaria.
En síntesis, así estamos, este es nuestro panorama, y deberemos hacernos cargo de nuestra parte de responsabilidad, porque, o somos todos iguales, o no tenemos el coraje de intentar cambiar la historia. Pero lo que esta claro, es que estamos cada vez peor.
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