miércoles, 22 de octubre de 2008

RECTIFICACION Y DISCULPA, "LOS KON KAJA"


Por Horacio Minotti
La presente nota tiene como fin dejar salvada la responsabilidad generada por la nota anterior, ¨LOS SIN KAJA", y reconocer la precariedad intelectual y la falta de una prospectiva adecuada por parte de su autor, el suscripto.
Pensar que el kirchnerismo iba a tener por delante el desafío de un año electoral, sin contar con la caja necesaria para correr con el caballo del comisario, fue cuando menos una ingenuidad, un torpeza de mi parte. El fracaso en la movilidad de la retenciones intentado, con mas el desfinanciamiento del BCRA por las obligaciones contraídas, sumado a la retracción del consumo y de la ganancias y la probable coparticipación obligada del impuesto al cheque, hacia pensar que por fin, el matrimonio gobernante se iba a ver obligado a hacer política, es decir, a generar adhesiones y seguidores, mas allá del negocio, de la obra pública. Convencer con ideas y no con aportes, generar identificación con sectores de la sociedad, comunicarse ida y vuelta con el electorado, descender desde la soberbia de antaño y de siempre.
Obviamente mi ingenuidad no me permitió ver que este no es un desafío de estos tiempos, y mucho menos para quienes desde 1987, cuando Néstor asumió la intendencia de Rio Gallegos, aprendieron que la política se hace con caja. Los Kirchner se presentaron como la nueva política, y a decir verdad, una de las pocas características diferenciadoras que han mostrado, ha sido la de la imposibilidad de establecer relaciones políticas sin dinero, un síntoma de los nuevos tiempos.
Los nostálgicos como el suscripto, recuerdan el Obelisco de 1983 y hasta la Plaza de pacua del '87. La gente se dirigía ellas por propia voluntad, por ganas de participación, con un objetivo partidario en un caso y común, republicano en el otro. Hay cientos de casos similares para citar y si retrocedemos en la historia mas aún. Los masacrados en el '55 en la Plaza de Mayo en defensa del gobierno de Juan Perón, no recibieron choripanes para estar allí.
Una de las características de la nueva política, es su imposibilidad de ejercerse sin dinero, por lo menos de esta política actual, que esperemos sea una política de transición hacia de verdadera nueva política. Porque lo cierto es que si esta es la nueva, le agrega aditamentos nocivos a la ya plagada de defectos, vieja política.
Así que esta política de transición le calza como anillo al dedo a los K, que salieron a buscar la manera de financiarse cuando todas las puertas se cerraban. Era sospechoso el sistema de AFJP. En lo personal nunca me cerró, aún siendo un desconocedor absoluto del funcionamiento del sistema previsional, cuando son los bancos los encargados de vigilar el patrimonio de los trabajadores y jubilados, uno que se quemo con leche, ve una vaca y llora, y donde hay un banco de por medio empieza a sentirse incómodo.
Así que en principio, la medida intrísecamente no me disgusta. Pero lo evidente es que fue un recurso desesperado para hacerse de liquidez para financiar política, y esto es lo que si preocupa. Porque si los dineros estaban en peligro en manos de sectores económicos que responden a las entidades financieras, cuanto mas peligroso resulta que estén en manos de un gobierno desesperado por solventar sus descomunales gastos para las próximas legislativas. Si han ejecutado enormes sumas en las elecciones anteriores, en las que gozaban de muy alta consideración pública, ¿cuanto podemos esperar que dilapiden en las próximas, en las cuales deben enfrentar a una sociedad que han consolidado la imagen negativa del matrimonio en casi cincuenta puntos porcentuales?.
No vale la pena profundizar, ya sabemos todos como termina esto, y no corresponde especular en cuantos electrodomésticos a repartise en lugar estrátegicos del conurbano va a divirse el dinero de los actuales y futuros jubilados. Esta columna solo tiene un objetivo rectificatorio y autocrítico: los K nunca serán "SIN KAJA", no se bancan el desafío.

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